Durango, Dgo. (El
Contralor).- La práctica político-administrativa de los nuevos
tiempos, concretamente la de la “nueva generación” traen de todo; como un
caudal de rio que arrastra con lo que encuentra y en el camino, lo deposita en
sitios inimaginables. Algunos de estos lugares, los convierten, simple y
llanamente, en basureros.
Así,
en este burdo ejemplo, es como la población, el ciudadano común de Durango,
percibe algunos acomodos y reacomodos de funcionarios de distintos niveles de
importancia en todas las esferas del desempeño publico gubernamental. De esta
manera, aquí no podría faltar la extraviada brújula y enredada madeja del
Sector Educativo Duranguense, que van desde los endebles niveles, de pedagogía
de las instituciones de aprendizaje, como en su aspecto administrativo. De
estos prototipos sin lugar a dudas que en las postrimerías del sexenio se
pondrán como temas en las mesas de análisis y discusión ciudadanas, porque muchos
de estos ejemplos no pasan el tamiz de los requisitos tradicionales, tales como
perfil, junto con preparación, trayectoria, y honorabilidad. Por ello, en esta
circunstancia se agrega y se inscribe al
‘porro’ universitario, flamante Regidor priista con licencia, Jesús Cabrales
Silva, recientemente designado como Director del Sistema de Colegios de
Bachilleres del Estado de Durango.
Como
quien dice, la delincuencia, si paga. El epíteto que ahora este ‘flamante
funcionario’ de la Secretaría de Educación, tiene desde sus tiempos de
estudiante y ex dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad
Juárez, no es gratis, se lo tiene ganado a pulso, porque ya en ese tiempo, daba
muestras de su actuación pueril y desbordada, con una tendencia a la delincuencia,
organizando grupos de golpeadores y de aprendiz de terrorista, al que
desafortunadamente le dieron cabida en el “Nuevo PRI” y con ese respaldo
adicional, protagonizó algunos desmanes y alteraciones del orden social de las
que el pueblo de Durango no olvida.
El
recuento de la historia, porque en Durango todos tenemos nuestra historia, nos
refresca la mente, cuando inducido y protegido desde el cenit del poder,
el aprendiz de gángster, Jesús Cabrales
Silva, encabezando una caterva de antisociales como él, tomaron por asalto el
edificio central de la UJED, en cuyo
portón y otros accesos, colocaron cadenas y candados, procediendo a
desalojar al personal de trabajadores universitarios y acto seguido, tomaron por
asalto el H. Congreso del Estado. Su aludido pretexto, algunas adecuaciones y
modificaciones a la Ley Orgánica de la Universidad anteponiendo como excusa,
una mayor intervención de los estudiantes, en procesos de elección en los
momentos en que estaba por culminar la elección para la renovación de la
Rectoría del Alma Mater.
Aquellos
episodios, inducidos desde el poder fueron un total asco ganándose la
desaprobación de la comunidad universitaria junto con todo el pueblo de
Durango, mismos sucesos que al paso del tiempo, aún no han alcanzado a ser
olvidados y mucho menos a cicatrizar en la conciencia y ánimo de los
Duranguenses, que mantienen viva su desaprobación y rechazo ante el tema de la
violación a la autonomía universitaria.
Otra
inconformidad genuina, es la de los trabajadores de la educación, formados y
forjados en el área de la docencia, que se ven terriblemente atropellados y
lastimados, por estos procedimientos, porque ni tan siquiera los consideraron
como aspirantes a dirigir un plantel de formación de jóvenes, sino que tienen que
aguantar a un arribista que no tiene la mínima trayectoria y mucho menos
experiencia en lo que es la carrera magisterial, puesto que jamás ha estado
frente a un grupo de estudiantes en un salón de clases, a pesar de lo que
declare a los medios de comunicación el actual Subsecretario de Planeación de
la Secretaría de Educación en el Estado, Ing. Guillermo Adame Calderón, mismo
que nos salió con la sandez de que: “todos tuvimos una juventud y lo hecho por
Jesús Cabrales se queda atrás”.
La
burrada en su argumento del egresado del Tecnológico, nos demuestra muy poco
tacto al tratar con simpleza un acto donde se violo la autonomía de la
Universidad Juárez del Estado de Durango, y de paso los hechos vergonzosos en
el H. Congreso del Estado, que fueron noticia nacional. El Ing. Adame Calderón
casi equipara con una novatada de juventud lo hecho por el “porro” de Jesús
Cabrales Silva, que en plena tribuna del Congreso del Estado se atrevió a
golpear a los catedráticos universitarios y como cerdo a lanzarles escupitajos, están de testigos los Diputados
de la pasada Legislatura y los medios de comunicación que cubrimos la fuente
del Congreso del Estado. Le preguntaríamos al Subsecretario de Planeación de la
Secretaría de Educación, si también tenemos que olvidar la golpiza que le
propinaron Jesús Cabrales Silva y su guarura en el edificio central al
estudiante y trabajador de la universidad, Rolando Salazar Palacios. Sabemos
Subsecretario de su intención por convertirse en un “jamelgo” y así poder
aspirar a una Diputación local, y si así fuera también nos pedirá que olvidemos
su desafortunada declaración que de la risa pasó al asco. Porque Cabrales Silva
no merece estar al frente de una institución educativa de nivel medio superior,
tal y como lo dijo en tribuna el Diputado Ricardo del Rivero del PAN, quien percibe un desacierto en esta
nominación, además, de que considera esta posición como un manejo y premio
político, más que administrativo, pero que podría traer consecuencias negativas
para la educación en ese plantel. Puesto que está claro, para la sociedad
Duranguense que Jesús Cabrales Silva va a esa institución a tratar de manipular
a los jóvenes y académicos de ese sistema para que sirvan de esquiroles para la
causa del PRI durante el próximo proceso electoral federal del ya cercano 2015.
La
sociedad Duranguense percibe que vivimos tiempos en que se premia al
“porrismo”, y se desdeña la trayectoria académica, bueno son tiempos en que los
gobernantes se honran a sí mismos, y ante eso los gobernados nada podemos hacer,
tan sólo tener paciencia y saber esperar.
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