martes, 3 de junio de 2014

DEL DIRECTOR / EN DURANGO: SE PREMIA AL PORRISMO Y SE DESDEÑA A LA TRAYECTORIA ACADÉMICA


Durango, Dgo. (El Contralor).- La práctica político-administrativa de los nuevos tiempos, concretamente la de la “nueva generación” traen de todo; como un caudal de rio que arrastra con lo que encuentra y en el camino, lo deposita en sitios inimaginables. Algunos de estos lugares, los convierten, simple y llanamente, en basureros.
Así, en este burdo ejemplo, es como la población, el ciudadano común de Durango, percibe algunos acomodos y reacomodos de funcionarios de distintos niveles de importancia en todas las esferas del desempeño publico gubernamental. De esta manera, aquí no podría faltar la extraviada brújula y enredada madeja del Sector Educativo Duranguense, que van desde los endebles niveles, de pedagogía de las instituciones de aprendizaje, como en su aspecto administrativo. De estos prototipos sin lugar a dudas que en las postrimerías del sexenio se pondrán como temas en las mesas de análisis y discusión ciudadanas, porque muchos de estos ejemplos no pasan el tamiz de los requisitos tradicionales, tales como perfil, junto con preparación, trayectoria, y honorabilidad. Por ello, en esta circunstancia  se agrega y se inscribe al ‘porro’ universitario, flamante Regidor priista con licencia, Jesús Cabrales Silva, recientemente designado como Director del Sistema de Colegios de Bachilleres del Estado de Durango.
Como quien dice, la delincuencia, si paga. El epíteto que ahora este ‘flamante funcionario’ de la Secretaría de Educación, tiene desde sus tiempos de estudiante y ex dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Juárez, no es gratis, se lo tiene ganado a pulso, porque ya en ese tiempo, daba muestras de su actuación pueril y desbordada, con una tendencia a la delincuencia, organizando grupos de golpeadores y de aprendiz de terrorista, al que desafortunadamente le dieron cabida en el “Nuevo PRI” y con ese respaldo adicional, protagonizó algunos desmanes y alteraciones del orden social de las que el pueblo de Durango no olvida.


El recuento de la historia, porque en Durango todos tenemos nuestra historia, nos refresca la mente, cuando inducido y protegido desde el cenit del poder, el  aprendiz de gángster, Jesús Cabrales Silva, encabezando una caterva de antisociales como él, tomaron por asalto el edificio central de la UJED, en cuyo  portón y otros accesos, colocaron cadenas y candados, procediendo a desalojar al personal de trabajadores universitarios y acto seguido, tomaron por asalto el H. Congreso del Estado. Su aludido pretexto, algunas adecuaciones y modificaciones a la Ley Orgánica de la Universidad anteponiendo como excusa, una mayor intervención de los estudiantes, en procesos de elección en los momentos en que estaba por culminar la elección para la renovación de la Rectoría del Alma Mater.
Aquellos episodios, inducidos desde el poder fueron un total asco ganándose la desaprobación de la comunidad universitaria junto con todo el pueblo de Durango, mismos sucesos que al paso del tiempo, aún no han alcanzado a ser olvidados y mucho menos a cicatrizar en la conciencia y ánimo de los Duranguenses, que mantienen viva su desaprobación y rechazo ante el tema de la violación a la autonomía universitaria.   
Otra inconformidad genuina, es la de los trabajadores de la educación, formados y forjados en el área de la docencia, que se ven terriblemente atropellados y lastimados, por estos procedimientos, porque ni tan siquiera los consideraron como aspirantes a dirigir un plantel de formación de jóvenes, sino que tienen que aguantar a un arribista que no tiene la mínima trayectoria y mucho menos experiencia en lo que es la carrera magisterial, puesto que jamás ha estado frente a un grupo de estudiantes en un salón de clases, a pesar de lo que declare a los medios de comunicación el actual Subsecretario de Planeación de la Secretaría de Educación en el Estado, Ing. Guillermo Adame Calderón, mismo que nos salió con la sandez de que: “todos tuvimos una juventud y lo hecho por Jesús Cabrales se queda atrás”. 

La burrada en su argumento del egresado del Tecnológico, nos demuestra muy poco tacto al tratar con simpleza un acto donde se violo la autonomía de la Universidad Juárez del Estado de Durango, y de paso los hechos vergonzosos en el H. Congreso del Estado, que fueron noticia nacional. El Ing. Adame Calderón casi equipara con una novatada de juventud lo hecho por el “porro” de Jesús Cabrales Silva, que en plena tribuna del Congreso del Estado se atrevió a golpear a los catedráticos universitarios y como cerdo a lanzarles  escupitajos, están de testigos los Diputados de la pasada Legislatura y los medios de comunicación que cubrimos la fuente del Congreso del Estado. Le preguntaríamos al Subsecretario de Planeación de la Secretaría de Educación, si también tenemos que olvidar la golpiza que le propinaron Jesús Cabrales Silva y su guarura en el edificio central al estudiante y trabajador de la universidad, Rolando Salazar Palacios. Sabemos Subsecretario de su intención por convertirse en un “jamelgo” y así poder aspirar a una Diputación local, y si así fuera también nos pedirá que olvidemos su desafortunada declaración que de la risa pasó al asco. Porque Cabrales Silva no merece estar al frente de una institución educativa de nivel medio superior, tal y como lo dijo en tribuna el Diputado Ricardo del Rivero  del PAN, quien percibe un desacierto en esta nominación, además, de que considera esta posición como un manejo y premio político, más que administrativo, pero que podría traer consecuencias negativas para la educación en ese plantel. Puesto que está claro, para la sociedad Duranguense que Jesús Cabrales Silva va a esa institución a tratar de manipular a los jóvenes y académicos de ese sistema para que sirvan de esquiroles para la causa del PRI durante el próximo proceso electoral federal del ya cercano 2015.
La sociedad Duranguense percibe que vivimos tiempos en que se premia al “porrismo”, y se desdeña la trayectoria académica, bueno son tiempos en que los gobernantes se honran a sí mismos, y ante eso los gobernados nada podemos hacer, tan sólo tener paciencia y saber esperar.  

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