lunes, 6 de octubre de 2014

¿Osorio Chong para Presidente? ¿Nace el López Obrador del PRI?

-Tras el sensible campanazo político del Hidalguense afuera de Gobernación, se han sucedido todo tipo de especulaciones futuristas.



Durango, Dgo. (EL CONTRALOR).- Algunas cejas y una que otra comezón levantó la actuación del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entre sus compañeros del gabinete presidencial, por haber dialogado en público hace unos días con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, a quienes ofreció resolver en 30 minutos el problema del cambio del reglamento y el destino de la Directora de la institución, Yoloxóchitl Bustamante, quien —no tenga usted duda— presentó su renuncia desde el martes. ¿La puerta que abrió Don Miguel Ángel será siempre la misma para todos los movimientos inconformes? ¿A poco va a salir a atender en la calle a otros líderes?, se preguntan en algunas zonas del Gobierno Federal. En fin, un poco de urticaria no viene mal al gabinete.


Así reflejó la columna Bajo Reserva de El Universal, el ambiente que hay dentro del gabinete presidencial tras la semana redonda del Hidalguense.
Tras evaluar la utilidad política que traería el atender personalmente a los miles de estudiantes llegados hasta las afueras de Bucareli, Miguel ángel Osorio Chong, en cuestión de minutos se puso al frente de los serios aspirantes a la Presidencia de la República, desde ahora, desde octubre de 2014. Su encuentro con los estudiantes del Poli, lo ha mantenido en la cresta de la información positiva en la totalidad de los medios impresos de circulación nacional y los noticiarios electrónicos con presencia en el País. Todos, todos coinciden en que el Hidalguense bateó una bola de cuatro esquinas.
José Cárdenas, uno de los conductores estrellas de Radio Fórmula, plasmó así la actuación del Secretario de Gobernación.
La mecha estaba encendida. El paro del Politécnico era combustible de alto octanaje para la marcha de esta tarde. Nada más inflamable.
En un lance audaz, inédito, sin precedentes, Miguel Ángel Osorio Chong actuó con velocidad y precisión quirúrgica; sorprendió a los 25 mil estudiantes marchistas y les arrebató la iniciativa con una hábil maniobra política. Al salir a la calle de Bucareli en mangas de camisa, cortó de tajo cualquier señalamiento de cerrazón al diálogo. Al subir al templete canceló la especulación sobre un posible acuerdo en lo oscurito. Al ofrecer respuestas inmediatas, desarmó el argumento de una sospechosa estrategia para ganar tiempo; desactivó una peligrosa bomba.
Al mismo tiempo, el Secretario de Gobernación pintó su raya con la historia. En 30 minutos logró deslindar al gobierno del viejo priismo autoritario de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría; del “ni los veo ni los oigo” de Carlos Salinas.
El mensaje oficial es claro; a diferencia de sus antecesores, el gobierno de Enrique Peña Nieto escucha en lugar de reprimir; privilegia la negociación con base en el respeto al movimiento de la comunidad Politécnica.
La estrategia no es casual. Osorio Chong y sus operadores demostraron buena memoria. Aprendieron la lección de haber ninguneado y denostado a los jóvenes de la Universidad Iberoamericana y haber provocado el nacimiento de aquel famoso #YoSoy132. Esta vez, el Secretario de Gobernación fue cuidadoso de no tropezar dos veces con la misma piedra.
El Hidalguense también recurrió a su propia historia; mostró el oficio aprendido en sus años de Gobernador para desaparecer —en 2008— la normal rural de El Mexe, cuna de activistas y guerrilleros como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas.
Por su parte, Ciro Gómez Leyva, el mordaz columnista de Milenio Diario, escribió: “son cifras que no admiten controversia: 86 por ciento de los mexicanos consideró acertada la actuación del Secretario Miguel Ángel Osorio Chong el martes, su diálogo en la calle con los jóvenes del Politécnico, de acuerdo con una encuesta telefónica nacional del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), levantada el miércoles.
Cifras parecidas tendría seguramente el Secretario de Gobernación antes de lanzarse a su tour de medios para “reafirmar la convicción democrática” del gobierno del Presidente Peña Nieto y calificar de legítima la protesta de los estudiantes politécnicos  (seis de cada 10 mexicanos simpatizan con ellos en la ENCUESTA del GCE).
“El estilo Osorio”, lo nombraron varios. El diálogo público anhelado desde el 68, aportaron su dosis cursi los retros. Política Siglo XXI, cantaron los paleros. Pero casi nadie lo reprobó. El Secretario de Gobernación leyó rápido la intemperie, sacó cálculos literalmente sobre la marcha, tomó el riesgo y ganó.
El triunfo del martes de Osorio Superstar no garantiza el éxito, pero si Osorio Chong sale bien parado, la segunda temporada de su personaje atento, cercano, valiente, que escucha y toma nota cobrará una fuerza hasta hace unos días insospechada.
Quizá sin pensarlo así, Osorio Chong interpretó con talento la obra “Lo que se debió haber hecho en la Ibero en 2012 y no se supo hacer”.
Un priista que no se espanta con los modelo #132. Nada mal para el futuro. La clientela podría dejar de ser toda de López Obrador.
Menos optimista, Carlos Ramírez, columnista del diario 24 Horas, le entra al tema de Osorio Chong, analizando, primero, el proyecto de reforma del IPN.
Más que terminar con otra herencia del proyecto revolucionario del Presidente Lázaro Cárdenas, la crisis en el Instituto Politécnico Nacional es un efecto directo de las reformas estructurales en el sector energético, considera Carlos Ramírez.
Y recuerda que a partir del hecho de que fue creado por Cárdenas en 1936 como parte de los requerimientos de personal capacitado para su proyecto revolucionario y fortalecido después de la expropiación petrolera, el IPN necesita ahora adecuar sus planes de estudio a las necesidades del despegue energético.
La tarea no será fácil porque los centros públicos de educación superior fueron creados para un Estado social que ya no existe y la resistencia de los estudiantes, de origen popular en su mayoría, sigue pensando en formaciones educativas con sentido social.
El contenido de las movilizaciones de estudiantes del Politécnico es el mismo de los maestros disidentes del SNTE agrupados en la Coordinadora y la de los maestros normalistas. La educación no sólo fue un proyecto político de defensa del modelo social de la Revolución Mexicana sino que constituyó un proyecto ideológico comandado por el PRI.
De hecho, a los estudiantes del Politécnico le ocurrirá lo mismo que a la UNAM en 1968: la modernización política, el proyecto económico y el deslavamiento ideológico del PRI disminuyeron las expectativas de empleo de los egresados. Y ante excesos autoritarios del gobierno, la respuesta fue el colapso estudiantil del 68.
La reforma a los programas de estudio del IPN es inevitable y no tendrá marcha atrás; si acaso, en Los Pinos molestó la ineficacia política de la Directora Yoloxóchitl Bustamante para administrar la modificación. Las protestas se pudieron haber contenido o desviado, pero la Directora se empeñó en imponerlas por la vía de la autoridad.
La reforma energética comenzará en el corto plazo a ingresar inversiones extranjeras que requerirán de técnicos especializados en la exploración petrolera en zonas profundas y sobre todo especialistas en explotación de gas Shell. Pero los programas de estudio del Politécnico han perfilado a egresados con sentido social comunitario.
La aparición del Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, para iniciar negociaciones públicas tuvo un buen efecto pero podría distorsionar las posibilidades del gobierno para encarar la larga lista de movimientos sociales que quieren sacar al gobierno de las oficinas públicas. No faltará mucho para ver a la Sección 22 de maestros de Oaxaca y a los maestros de la disidencia magisterial nacional exigiendo el mismo trato negociador.
En todo caso, el funcionario logró que el Gobierno Federal pudiera saltar las movilizaciones en torno al 2 de octubre de 1968 quitándole la agenda del corto plazo y dejando nada más el simbolismo histórico de Tlatelolco.
La reforma a los planes educativos del Politécnico es urgente para la reforma energética o los nuevos inversionistas extranjeros tendrán que importar recursos humanos que en México no existen. El IPN nació como instancia formadora de recursos técnicos para el desarrollo, no jóvenes politizados para un proyecto político que realmente ya no existe más.
Luego de la reforma en el IPN, tendría que venir la reforma de programas de estudio de la UNAM; si se vuelve a frenar, entonces se va a consolidar el dominio educativo en el gobierno del Instituto Tecnológico Autónomo de México, el ITAM que desde 1982 han ido ocupando las plazas de la modernización que antes tenían las universidades públicas.
Para cerrar la reflexión de lo sucedido el pasado martes, la investigadora Ivonne Acuña Murillo profesora de la Universidad Iberoamericana, plantea una serie de preguntas que se desprenden del acontecimiento del martes y que ella misma les da una respuesta hipotética.
El movimiento iniciado por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y la reciente respuesta del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien no se conformó con hacer acuse de recibo del pliego de 10 puntos elaborado por los alumnos, sino que en "mangas de camisa" salió de sus oficinas para subirse al templete y hablar con los estudiantes en algo que asemejó un diálogo entre iguales, lleva a plantearse una serie de preguntas.
Primero, cabe preguntarse si la actitud del Secretario supone una nueva forma de relación del Gobierno Federal con la sociedad, en especial con grupos críticos como los estudiantes.
Segundo, de ser el caso ¿cuáles son los factores que llevan a un representante del Gobierno Federal a asumir una actitud inédita en relación con la historia política de México en torno a la relación Estado-sociedad, en la cual el primero siempre miraba desde arriba?
Tercero, ¿la estrategia del Secretario responde a un cambio profundo en la respuesta que puede dar el Gobierno Federal priísta a grupos sociales que se organizan para protestar por aquello que consideran injusto o es sólo una transformación cosmética en el modelo de comunicación política?
Cuarto, ¿responde el Secretario de Gobernación a una nueva forma de hacer política del Presidente de la República, o es parte de una estrategia personal con miras a la elección presidencial del año 2018?
Como ocurre con frecuencia, múltiples pueden ser las respuestas a los cuestionamientos planteados, vaya aquí la interpretación de quien esto escribe.
A la pregunta uno habrá que responder que es muy pronto para saber si en realidad se está gestando un cambio en la forma en la que tradicionalmente los gobiernos priístas se relacionan con la sociedad, o si, por el contrario, se echa mano de viejas prácticas priístas revistiéndolas de nuevas maneras. Es un hecho que no es para nada común que un funcionario de tan alto nivel entable comunicación directa con un grupo de inconformes, que se ponga a "sus órdenes" y que se comprometa a dar solución satisfactoria a sus demandas en un plazo corto, que busque consensar y no imponer, todo lo cual es ya para muchos analistas un evento inédito. Lo que sí no es inédito es la experiencia que los políticos priístas tienen respecto del manejo de las masas, lo que lleva a especular en torno a la rapidez con que se dio y organizó el movimiento y el consiguiente lucimiento de las autoridades federales.
El segundo cuestionamiento lleva a poner sobre la mesa los eventos que en las últimas semanas han implicado a autoridades, tanto locales como federales, y que requieren de la atención directa del Jefe del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, del Secretario Osorio Chong, del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam y los Gobernadores Eruviel Ávila Villegas, del Estado de México, y Ángel Aguirre Rivero, de Guerrero. Es el caso de la presunta ejecución extrajudicial, el 30 de junio del presente año, de 22 supuestos delincuentes -incluida una menor de 15 años- en Tlatlaya, Estado de México, por parte de miembros del Ejército; y la agresión sufrida por estudiantes de la Normal Superior de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, los días 26 y 27 de septiembre que tuvo como resultado la muerte de cuatro de ellos, la desaparición de 56 y el cuerpo desollado del rosto y sin ojos de Julio César Mondragón, estudiante de dicha normal, hallado en periférico norte el mismo sábado 27, estas agresiones se achacan a policías municipales y hombres vestidos de civil. Estos dos ejemplos ponen de manifiesto que las autoridades federales no se pueden permitir el lujo de tener más frentes abiertos, con el riesgo además de que se unan dos protestas estudiantiles, la del IPN y la de Ayotzinapa, apoyados por otras universidades, como la UNAM. 
La tercera pregunta lleva al campo de la especialización en materia de comunicación política, pues es indudable que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha retomado en los últimos meses una agresiva estrategia de comunicación a partir de spots, mensajes, apariciones públicas -suyas y de importantes miembros de su gabinete-, información especializada vertida en la página oficial de Presidencia en torno a las 11 reformas estructurales, el informe mismo para tratar de reposicionar a su gobierno y elevar con ello no sólo su popularidad en términos de encuestas sino su legitimidad como gobernante. En este marco la respuesta de Osorio Chong a los estudiantes aparecería, para algunos, como parte de ese esfuerzo que a primera vista podría parecer cosmético.
En torno a la pregunta cuatro es casi imposible no tener en mente, de manera un tanto anticipada, que el Secretario de Gobernación, es uno de los "presidenciables" y que no es descabellado pensar que desde una cartera tan importante como la de Gobernación, comience a mover algunos hilos que lo pongan en el camino de la sucesión. Sin restar mérito a la acción del Secretario es evidente que el principal beneficiado de los hechos del martes 30 de septiembre fue él mismo, pues se mostró, ante la sociedad y los medios, como un funcionario sensible y respetuoso ante los reclamos de miles de estudiantes, de jovencitos y jovencitas que exigen al Gobierno Federal su intervención en lo que consideran un cambio de planes de estudio que minarán su nivel profesional y que a la larga las y los colocarán en desventaja frente a los egresados de otras instituciones de educación superior.

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